Los pañuelos de Ai Weiwei, que combinan una elaboración impecable y una historia hermosa, son obras de arte ponibles que se ven igual de bien cayendo delicadamente sobre los hombros como enmarcados en la pared. El diseño de Ai para este pañuelo negro se basa en su recortable Citizens’ Investigation, en el que el artista reflexiona sobre las terribles consecuencias del terremoto de Sichuan de 2008 y sobre su posterior activismo para averiguar por qué hubo tantas víctimas entre la población escolar. Publicado por TASCHEN en 2019 como parte de la edición firmada y limitada de su Papercut Portfolio, la técnica muestra el uso de la artesanía tradicional en la obra de Ai, que en este caso es doble: mientras que el arte chino de recorte de papel tiene 2.000 años de historia, el de tejer seda fue inventado hace 5.000 años y permaneció como un arte exclusivamente chino durante muchos milenios. Este pañuelo diseñado por Ai Weiwei y exclusivo de TASCHEN es de sarga de seda china de alta calidad, un material valorado por su textura particularmente fina, está tejido y serigrafiado a mano, y cuenta con un acabado de bordes enrollados también a mano.

Acerca del motivo: El 12 de mayo de 2008, un terremoto de 7,9 grados sacudió la provincia china de Sichuan. El número de víctimas mortales rozó las 70.000, entre ellas muchos niños en edad escolar. El recorte muestra a personas entre los escombros: una mujer sostiene una foto de su hijo desaparecido, auxiliares e investigadores tratan de encontrar víctimas y sobrevivientes. El gobierno chino ocultó información sobre las identidades de las víctimas, y Ai organizó un equipo de voluntarios para investigar y hacer una lista de los niños fallecidos. El proyecto recibió el nombre de “Investigación ciudadana”. Se descubrió que, como consecuencia de la corrupción, muchas escuelas habían incumplido la normativa oficial de seguridad, lo que contribuyó al catastrófico número de víctimas. En 2009, mientras sufría las represalias del gobierno chino por su investigación, Ai acudió como testigo al juicio de Tan Zuoren, un activista y escritor que también investigaba tramas de corrupción puestas al descubierto por el terremoto. La noche antes del juicio, Ai y sus colaboradores fueron agredidos en sus habitaciones de hotel. La imagen en el centro se basa en una fotografía que Ai tomó de sus colaboradores y de sí mismo en el ascensor después del asalto. Sufrió una hemorragia cerebral, que se documenta en las tomografías computarizadas de la parte inferior de la composición.

Edición limitada de 2.500 ejemplares