Peter Lindbergh

El difunto Peter Lindbergh fue el primero en fotografiar a las supermodelos originales, el primero en firmar un calendario Pirelli tres veces, y el primero en ponerse detrás de una cámara para la portada de la edición estadounidense de la revista Vogue de Anna Wintour, logros que lo mantuvieron en la cima del mundo de la moda y las celebridades internacionales durante toda su carrera. Pero más allá de estos hitos, también es conocido por haber creado fascinantes narraciones sobre la persistencia de la belleza. En característico monocromo, sus penetrantes retratos celebran las innumerables formas de la belleza, en particular aquellas vinculadas a la edad y el paso del tiempo.

Lindbergh comenzó su carrera como escaparatista de los grandes almacenes Karstadt y Horten en Duisburgo. Después de viajar y estudiar en la Academia de Bellas Artes de Berlín, se unió a la familia de la revista Stern, donde coincidió con los fotógrafos Helmut Newton, Guy Bourdin y Hans Feurer. El trabajo de Lindbergh se caracteriza por la estética cinematográfica del claroscuro y el realismo crudo, y está influido por fotógrafos callejeros y fotoperiodistas como Dorothea Lange, Henri Cartier-Bresson y Garry Winogrand. Su negativa a suscribirse a los estándares de belleza, incluido el retoque excesivo y la perfección obsesiva impuesta en la industria de la moda, lo distingue de sus colegas.

Los libros de TASCHEN sobre Peter Lindbergh abordan su vasta obra y proporcionan una ventana única a su biografía. Incluyen fotografías editoriales, portadas y retratos publicados en revistas como The New Yorker, Rolling Stone, Vanity Fair, Harper's Bazaar US, Wall Street Journal Magazine, The Face, Visionaire, Interview y W. Evidentemente, cualquier publicación sobre Lindbergh quedaría incompleta sin sus imágenes de Linda Evangelista, Naomi Campbell, Tatjana Patitz, Cindy Crawford y Christy Turlington, que anunciaron una nueva era de la belleza, la moda y la feminidad.