Cuando el fotógrafo Philippe Halsman se encontró, casualmente, con la estrella del cine francés Fernandel, tuvo una idea genial. Fernandel no hablaba ni una palabra de francés, pero tenía una de las caras más expresivas que jamás había visto. Así pues, se le ocurrió que podía hacerle una entrevista en la que fueran las expresiones faciales, y no las palabras, las que determinaran cada respuesta. A través de ceños fruncidos y ojos alegres, de miradas gélidas o sugerentes, esta reimpresión de TASCHEN recupera un experimento fotográfico totalmente original y una de las entrevistas más divertidas de la historia.